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miércoles, 5 de octubre de 2011

¿existen los profetas, o era de sentido común?

Extracto del libro Rama II, de Arthur C Clarke, publicado en 1.989. Por favor, leedlo completo y decidme si os suena de algo… lo sitúa en el siglo XXII, pero parece tan actual que es escalofriante, sólo he copiado lo más significativo, pero es curioso que justo después del texto que os ofrezco, hace un análisis acerca de los organismos internacionales “multi-nacionales” que a mí me recuerdan mucho a la ONU, la OCDE, la Unión Europea… el título del post es en parte pregunta y en parte reflexión... ¿exiten los profetas? ¿era de sentido común? ¿y si era de sentido común, dónde se fue el nuestro de vacaciones durante todo este tiempo?


[…] Un estallido desenfrenado de llamativo consumo y ansia global se prolongó durante casi 2 años. La frenética adquisición de todo lo que la mente humana podía crear se vio sobreimpuesta a una débil infraestructura económica que ya había iniciado una recesión a principios de 2130 […] Esa creciente recesión se vio pospuesta durante 2130 y 2131 por los esfuerzos manipuladores combinados de los gobiernos y las instituciones financieras, aunque la debilidad económica fundamental nunca fue corregida. Con el renovado estallido de compras a principios de 2132, el mundo saltó directamente a otro período de rápido crecimiento. Las capacidades productivas fueron ampliadas, la Bola estalló, y tanto la confianza del consumidor como el pleno empleo alcanzaron altas cotas. Hubo una prosperidad sin precedentes, y el resultado neto fue una mejora a corto plazo pero significativa del estándar de vida de casi todos los seres humanos.


A finales de 2133, se había hecho ya evidente para algunos de los observadores más experimentados de la historia humana que el “boom” estaba conduciendo a la humanidad hacia el desastre. Empezaron a oírse lúgubres advertencias de un inminente hundimiento económico por encima de los eufóricos gritos de los millones que habían saltado recientemente a las clases medias y superiores. Las sugerencias de equilibrar los presupuestos y limitar el crédito a todos los niveles de la economía fueron ignoradas. En vez de ello, el esfuerzo creativo se quemó en situar de una forma tras otra más poder adquisitivo en las manos de una población que había olvidado cómo decirse “espera”, y mucho menos “no”.

El mercado de valores mundial empezó a hacer agua en Enero de 2134, y hubo predicciones de un inminente hundimiento. Pero, para la mayor parte de seres humanos esparcidos por toda la Tierra y las dispersas colonias del Sistema Solar, el concepto de un hundimiento asó era algo más allá de toda comprensión. Al fin y al cabo, la economía mundial se había estado expandiendo durante más de nueve años, los últimos dos a un ritmo sin paralelo en los dos siglos anteriores. Los líderes mundiales insistieron en que finalmente habían hallado los mecanismos que podían realmente inhibir las recesiones de los ciclos capitalistas. Y la gente les creyó… hasta primeros de Mayo de 2134.


Durante los primeros tres meses del año, el mercado de valores mundial bajó de forma inexorable, lentamente al principio, luego con caídas significativas. […] los asuntos terrestres se vieron dominados por la creciente crisis económica mundial. El 1º de Mayo de 2134, tres de los mayores Banco s internacionales se declararon insolventes a causa de los préstamos fallidos. Al cabo de dos días, el pánico se había extendido por todo el mundo…[…]

Cuando fue restablecida la actividad económica electrónica normal, el mundo se hallaba en una violenta recesión financiera de la que no empezaría a emerger hasta 12 años más tarde. Transcurrirían bastantes más de 50 años antes de que el Producto Mundial Bruto regresara a las alturas alcanzadas con anterioridad al hundimiento de 2134.

Existe un acuerdo unánime en que el Gran Caos alteró profundamente la civilización humana en todos los sentidos. Ningún segmento de la sociedad resultó inmune. El catalizador para el relativamente rápido colapso de la infraestructura institucional existente fue el hundimiento del mercado y el consiguiente desmoronamiento del sistema financiero mundial; sin embargo, estos acontecimientos no hubieran sido suficientes, por sí mismos, para proyectar al mundo a un período de depresión sin precedentes. Lo que siguió al hundimiento inicial habría sido tan solo una comedia de errores si no se hubieran perdido tantas vidas como resultado de una pobre planificación. Ineptos líderes políticos mundiales negaron o ignoraron primero los problemas económicos existentes, luego reaccionaron excesivamente con una sucesión de medidas individuales que fueron desconcertantes y/o inconsistentes, y finalmente alzaron los brazos desesperados mientras la crisis global se hacía más extensa y profunda. Los intentos de coordinar las soluciones internacionales estuvieron condenados al fracaso debido a la creciente necesidad de cada una de las naciones soberanas de responder ante sus propios votantes.

2 comentarios:

  1. Mi apreciado Maguisán:

    Conozco y he leído el libro que no es otra cosa que un relato de ciencia-ficción, viajando por esos universos de Dios.

    Siendo cierto que existen ciertas analogías con la situación actual, pienso que no es extrapolable con lo que estamos sufriendo. Yo diría que el coautor, (conviene no olvidar que también Gentry Lee escribió el libro con más fundamentos económicos que los meramente de ciencia-ficción), se basaba en hechos anteriores, así que poco de profecía tenía el asunto.

    Con todo existen, como digo, muchas analogías.

    Es mi opinión que saldremos de la crisis, siempre que se den determinadas circunstancias. (¡Dios nos pille confesados si vuelven a ganar los mismos!).

    No hay fórmulas mágicas. El nuevo gobierno, en mi opinión, lo primero que tendrá que hacer es explicar con claridad a la nación cuál es la verdadera situación en que nos encontramos. Los españoles, estaremos más o menos informados, pero tontos quedan pocos ya. Si se explica con claridad y se dice que va a costar sangre, sudor y lágrimas salir del marasmo en que estamos, este pueblo luchador comprenderá y se pondrá manos a la obra con su máximo esfuerzo y sacrificio.

    Y habrá que tomar medidas estructurales muy importantes y traumáticas para tanto golfo que ha medrado a costa nuestra. Naturalmente, me refiero a autonomías, sindicatos, banqueros, ciertos empresarios, etc.

    A mi me pilla ya un poco cansado. Agotado diría yo, pero si hay que hacerlo ahí estaré.

    Espero que todos hagamos lo mismo.

    Un abrazo.

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  2. Pufffffff, cada dia tengo mas claro que entiendo menos lo que nos rodea en este mundo...

    Besos

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