Lo mejor de este blog...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

los recortes

Lo dije y lo mantengo, no voy a hablar de política. Pero la verdad, las últimas noticias en que nos anuncian que le han cortado la luz al Ayuntamiento de Albacete, que en Cataluña van a pagar sólo el 50% de su paga extra al personal sanitario y que van a tardar meses en pagar a las residencias de ancianos, con el salpicón habitual de recortes y recortes donde quiera que miremos, me han puesto los pelos como escarpias.


Así que dentro de nada nos veo a todos como los de la foto, compartiendo entre tres una bicicleta cuyas ruedas no pueden aguantar el peso... Virgencita, Virgencita...

Mientras tanto, algunas recomendaciones para enriquecer el espíritu, aunque sólo las mencionaré a vuelapluma sin entrar en demasiados detalles; os aviso, todas las recomendaciones son mirando al pasado y tirando de memoria, pero si las recuerdo será por algo, ¿no?

Películas:
- Acerca de los políticos, "Su distinguida señoría", protagonizada por Eddy Murphy; sí, el simpaticón de Superdetective en Hollywood nos regala con una parodia descarnada de los políticos norteamericanos (la verdad, sirve para cualquier país)

- Para pasar un buen rato con humor inteligente: "El jovencito Frankenstein", dirigida por Mel Brooks y protagonizada por Gene Wilder, Peter Boyle, Marty Feldman, Cloris Leachman, Teri Garr, Madeline Kahn, Gene Hackman, Richard Haydn, Kenneth Mars
Una desternillante revisión de la novela de Mary Shelley, la he visto decenas de veces y me sigue haciendo reir

Libros
El primer hombre de Roma, de Colleen McCullough, es la primera novela de una saga que narra los acontecimientos de Roma durante los últimos tiempos de la República, antes de la llegada de los Emperadores. Este, en concreto, arranca con la subida al poder de Mario; luego llegará Sila, y por supuesto Julio César, allá por el tercer libro. Nos sitúa a la perfección en pleno centro de las intrigas políticas, las luchas de clases, las legiones, las guerras, y describe de manera magistral los usos y costumbres del momento. De obligada lectura, no os arrepentiréis.

Música
Para los que os guste la "música tipo Enya", es decir con un toque orquestal, ensoñador y que te hace sentir bien, esa que también puedes poner como música de fondo, bajito, mientras lees o cenas con la familia y/o amigos, os recomiendo los discos de Adiemus. Es difícil de explicar, más allá de lo ya dicho y que utilizó un coro de niños que utilizaban la voz como instrumento. Osea, que no cantaban palabras de ningún idioma sino que utilizaron palabras inventadas. En cualqueir caso, si cantaran en Alemán tampoco lo entenderíais, ¿verdad?

¡¡¡Ale, a disfrutar!!!

martes, 20 de septiembre de 2011

El topo, de John Le Carré (y mi pasión por los reflejos)

- Papá, ¿por qué te gusta tanto hacer fotos de reflejos?
Me quedé parado, pensando, en una pregunta casi tan difícil de responder como aquella de "¿por qué somos del Atleti?. Cuando hice esta foto mi hijo tenía 8 años, y no es fácil para un adulto explicar con lógica sencilla algo que, en realidad, corresponde a un sentimiento, algo que sale de dentro y refleja (curioso, vuelta al reflejo) un estado de ánimo, o un pensamiento tan profundo que es difícil de plantear con palabras. Me quedé con la respuesta cómoda "no lo se, hijo, supongo que porque son muy bonitos y si te fijas puedes ver dos cosas a la vez"...

El caso es que viendo la foto, y reflexionando acerca de los reflejos que ocultan tras ellos otra realidad, a veces entremezclada, he recordado uno de los libros releidos este verano: El topo, de John Le Carré.

El topo es un clásico de la literatura de espías, probablemente la obra cumbre de Le Carré que creó todo un universo en torno al espionaje en la guerra fría (os sonará El espía que surgió del frio). En El topo, George Smiley, otrora máximo responsable de los servicios de espionaje británicos, es rescatado del olvido -más bien del retiro forzoso- tras detectarse la existencia de un topo (agente soviético infiltrado) en el Circus (nombre ficticio que Le Carré otorga al servicio de espionaje). Smiley es un tratado del reflejo en sí mismo, proyecta una imagen simple, aburrida, densa, tímida, guardando en su interior una mente aguda con una gran capacidad de análisis y proyección. Para detectar al topo Smiley debe enfrentarse a varios infiernos interiores y a muchos ex-compañeros que guardan celosamente sus secretos, sus temores, etc. Operaciones encubiertas, intercambio de espías, traiciones, engaños, viejas lealtades recuperadas o traicionadas...

El libro es denso -como mi comentario, espeso que es uno- pero realmente merece la pena. Es un libro para leer despacio y con atención, que una vez te atrapa te sumerge en muchas reflexiones y te fuerza a hacer tu apuesta: ¿quién es el topo?

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Copying Beethoven


Durante las vacaciones, por algún motivo, hasta las olas te sugieren música. En este caso, por algún motivo, mientras contemplaba las olas rompiendo contra este modesto arrecife en Villaricos (Almería), yo recordaba los acordes de la 7ª de Beethoven, el gran Ludvig Van.

A la vuelta, en mi semana de Rodríguez, visité el video-club del barrio para ver si había "algo interesante". Lamentablemente estos negocios están de absoluta capa caída debido a las diversas televisiones por cable/satélite, la mayor oferta de canales y películas en la TDT y, por supuesto, las descargas legales o no de Internet. Despaché las estanterías de estreno en poco más de 2 minutos, casi deprimido por la falta de títulos atractivos que echarme al ojo, y justo cuando me iba reparé en una estantería, escondida en una esquina, con DVD's "seminuevos" en venta a 3 euros la unidad. Visto lo atractivo del precio, más barato de hecho que el top manta, me acerqué a echar un vistazo.

Quiso el azar o el destino que rápidamente quedara atrapado por la carátula de la película "Copying Beethoven", de la que nunca había oido hablar (desconectado que está uno), y ese primer impulso me obligó a llevármela a casa. Luces apagadas, persianas cerradas, sofá movido para estar frente a la tele a la distancia adecuada y...

Los primeros cinco minutos eran tan raros que a punto estuve de apagar la tele y coger un libro. Pensé "¿es mala o es rara?" Decidí que era rara y le di otros cinco minutos, que me engancharon definitivamente. La película muestra la relación entre Ludvig Van y su copista, una joven estudiante del conservatorio a la que encargan ayudar al Maestro en la trasncripción de la partitura de la 9ª Sinfonía. Al mismo tiempo, él acaba dejándola entrar en lo más profundo de su alma atormentada y le muestra cómo llega la inspiración, cómo Dios llena su cabeza de música que, debido a su sordera, el apenas puede escuchar cuando se interpreta.

No os aburro más, simplemente os recomiendo no verla, sino disfrutarla; escenografía muy fiel a la época, banda sonora inigualable (sí, claro, toda ella de Beethoven) y momentos absolutamente deliciosos, incluido -cómo no- un final poético que llena de esperanza...