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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Copying Beethoven


Durante las vacaciones, por algún motivo, hasta las olas te sugieren música. En este caso, por algún motivo, mientras contemplaba las olas rompiendo contra este modesto arrecife en Villaricos (Almería), yo recordaba los acordes de la 7ª de Beethoven, el gran Ludvig Van.

A la vuelta, en mi semana de Rodríguez, visité el video-club del barrio para ver si había "algo interesante". Lamentablemente estos negocios están de absoluta capa caída debido a las diversas televisiones por cable/satélite, la mayor oferta de canales y películas en la TDT y, por supuesto, las descargas legales o no de Internet. Despaché las estanterías de estreno en poco más de 2 minutos, casi deprimido por la falta de títulos atractivos que echarme al ojo, y justo cuando me iba reparé en una estantería, escondida en una esquina, con DVD's "seminuevos" en venta a 3 euros la unidad. Visto lo atractivo del precio, más barato de hecho que el top manta, me acerqué a echar un vistazo.

Quiso el azar o el destino que rápidamente quedara atrapado por la carátula de la película "Copying Beethoven", de la que nunca había oido hablar (desconectado que está uno), y ese primer impulso me obligó a llevármela a casa. Luces apagadas, persianas cerradas, sofá movido para estar frente a la tele a la distancia adecuada y...

Los primeros cinco minutos eran tan raros que a punto estuve de apagar la tele y coger un libro. Pensé "¿es mala o es rara?" Decidí que era rara y le di otros cinco minutos, que me engancharon definitivamente. La película muestra la relación entre Ludvig Van y su copista, una joven estudiante del conservatorio a la que encargan ayudar al Maestro en la trasncripción de la partitura de la 9ª Sinfonía. Al mismo tiempo, él acaba dejándola entrar en lo más profundo de su alma atormentada y le muestra cómo llega la inspiración, cómo Dios llena su cabeza de música que, debido a su sordera, el apenas puede escuchar cuando se interpreta.

No os aburro más, simplemente os recomiendo no verla, sino disfrutarla; escenografía muy fiel a la época, banda sonora inigualable (sí, claro, toda ella de Beethoven) y momentos absolutamente deliciosos, incluido -cómo no- un final poético que llena de esperanza...


2 comentarios:

  1. Pues menos mal que te quedastes viendola un ratito mas...asi nos la puedes recomendar..

    La foto llena de fuerza.

    Besos

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  2. tiene buena pinta, a ver si la encuentro por estos lares, además ed harris me encanta. grcs x la sugerencia

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