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miércoles, 18 de agosto de 2010

Estar tranquilo

Hace mucho tiempo un amigo me confesó que a veces le sacudía el deseo de marcharse al desierto a -literalmente- "estar tranquilo".

Ese "estar tranquilo" incluia, por supuesto, el poder gritar todo lo que quisiera, correr, saltar, tirar piedras, pegar patadas a la arena o al aire...

Curiosamente, yo pensaba entender lo que quería decir, ya que a mí también me apetecía eso de irme al desierto a "estar tranquilo".

Con el paso de los años, me fui dando cuenta de que en realidad lo que mi amigo quería, lo que yo también necesitaba, era desahogarse, poder ir a un sitio a dar literalmente las tres voces, soltar todo lo malo y negativo que llevaba dentro para quedarse "más suave que un guante" sin provocar daños colaterales, vamos sin fastidiarle el rato a nadie ni hacerle daño a alguien cercano. Poco a poco fuimos descubriendo que, a falta de desierto, podíamos tratar de hacer lo mismo a base de gimnasio, dándole golpes a un saco, corriendo a lo Forrest Gump o lléndonos de copas con los compañeros de la oficina, teniendo eso sí la precaución de no invitar al objetivo de nuestros gritos...

Después nos casamos, tuvimos hijos, y pronto descubrimos otra acepción de "estar tranquilo": "cómo me apetece estar unos días yo solito en casa, sin mi mujer dándome la barrila, sin los niños tocando las narices, dedicándome sóla y exclusivamente a mí..." Vamos, lo que viene a ser el Rodríguez de toda la vida.

El caso es que ahora "estoy tranquilo", osea de Rodríguez. Estoy sólo en casa mientras mi mujer se quedó en la playa con los niños una semana más. No es el primer año que pasa, y me ha servido para confirmar lo que ya sabía desde hace tiempo: que no valgo para esto; que a mí, sin ella, la cama se me hace enorme, un páramo solitario donde me revuelvo inquieto. Y mis ojos se convierten en algo inútil, porque sólo ven paredes en lugar de su cara. Y sin los niños, la casa es una mansión vacía que me hace pensar en que para qué quiero cambiar a una más grande... Antes de ir al páramo de mi cama paso por sus habitaciones, como cada día, a darles las buenas noches, besarles mientras duermen, y sólo encuentro unas casas de muñecas de tamaño natural y vacias de nada importante.

Por ello, esta noche he vuelto a soñar que estaba en el desierto, como este verano, con ellos, disfrutando de verdad de lo que significa "estar tranquilo".

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La foto está tomada este verano en Almería, en una urbanización llamada "Desert Springs". Espero que os guste.

7 comentarios:

  1. Pues con esta declaración has conseguido "estar tranquilo", has tenido el suficiente valor para expresar abiertamente lo que realmente te hace feliz y por tanto "estar tranquilo"

    Toda una declaración de amor.

    La imagen viene muy bien al texto. los cactus son de apariencia fuertes por sus pinchos, pero si se consigue traspasar la frontera de sus pinchos, se llega a la ternura de su interior.

    Un fuerte abrazo
    Espero que esta entrada sea leída por tu familia, se sentirán orgullosos del "Rodriguez"

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  2. Ésto de los "Rodríguez" siempre lo he entendido yo como los "Putiérrez" y más con ese símbolo fálico que nos muestras.

    Claro que, después de leer atentamente el texto, ni "Putiérrez", ni símbolo fálico, ni ná.

    Vamos que, sin tu amor y tus amores, estás más perdido que Belén Esteban en el Ateneo.

    Ánimo, que ya queda poco y pronto estarán contigo otra vez.

    Y es que, como en casita con la santa parienta y los peques, no hay nada.

    ¿A que no?

    Un abrazo, lonely man.

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  3. Lo bueno de que estés solo ahora en casa es que puedes sacar estas conclusiones... muy sinceras y bonitas... una expresión de amor en toda regla.

    Saludos y abrazos,

    Mario.

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  4. Pues la soledad tambien nos hace aprender!!

    Tu por ejemplo aprendes que sin ellos la vida tiene poco sentido, por lo tanto el reencuentro tiene que ser.....;-))

    Besos.

    La foto me encanta

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  5. Manolo lo que has escrito es precioso, como Mario opino que lo bueno es que puedas sacar estas conclusiones. Respecto a la foto me encanta, la luz perfecta.
    Un abrazo

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  6. Estar tranquilo es también para mi una meta ... y tranquilo es hacer lo que hacías tú observando mi foto en mi blog (por cierto, mil gracias por tu comentario).

    Y tranquilo me quedo viendo la hermosa y evocadora foto que nos has regalado. Ese toque del sol por detrás es maravilloso.

    Un abrazo.

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