No siempre la vida es una sucesión de alegrías, buenos momentos y sol.
A veces, el cielo se nubla, los árboles gotean y mientras andas cabizbajo, sin ver nada de lo que te rodea, tu único contacto con el mundo lo conforman los reflejos en los charcos. Ni siquiera para sacar la foto te apetece levantar la cabeza, y te centras en ese reflejo, difuminado y distorsionado, de una realidad que te desborda, de la que te gustaría escapar buscando esos otros momentos en los que nunca te fijabas en los charcos y, si los pisabas, agradecías el frescor en lugar de maldecir...
Son momentos de melancolía, de suspiros, de respiraciones cortas que te ahogan hasta que te das cuenta de que estás sin aire, y llenas los pulmones de aire para exhalar mientras vuelves a suspirar y hundes de nuevo la cabeza entre los hombros, las manos en los bolsillos, y vuelves a buscar entre los reflejos un rayo de luz que te diga que pronto pasará...
Melancolía... (suspiro)
Con un poco de suerte escampará, Manolo.
ResponderEliminarY volverá el sol a brillar y tendremos alegría. Ya sabes que son ciclos.
Los charcos, si las botas son de "Segarra", mejor.
Un abrazo.
Una buena perspectiva!
ResponderEliminarUn abrazo, y la foto de la tormenta es una pasada!
Un saludo,
Serge
oye que bonitos textos y foto. no se si conoces la cancion "melancolia" de bruno Lomas. bueno pues a mi me la hiciste recordar. un abrazo
ResponderEliminarComo dice Jota Ele, Manolo con un poco de suerte escampa y todo vuelve a su sitio.
ResponderEliminarLa foto es excelente y con unos reflejos muy buenos.
Manolo suerte y espero que te encuentres bien.